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  • En esencia, la Organización Internacional de Policía Criminal -Interpol- mantiene una sofisticada base de datos a través de la cual los países miembros comparten información sobre personas buscadas para ser procesadas penalmente o para cumplir condenas vigentes. Esta información se distribuye a escala internacional a través de dos mecanismos principales: Las difusiones rojas y los mensajes de difusión. Estas alertas permiten a las fuerzas policiales de todo el mundo identificar y, potencialmente, detener a los sospechosos que cruzan las fronteras internacionales.

    Contrariamente a la creencia popular, Interpol es no una fuerza policial mundial con competencias de investigación o detención. Más bien sirve como una red de comunicación vital que facilita la colaboración entre los organismos encargados de la aplicación de la ley de todo el mundo, creando una respuesta mundial coordinada a la delincuencia transnacional a pesar de las limitaciones jurisdiccionales.

  • Una difusión roja es una notificación que se difunde a través de la base de datos de Interpol a todos los países miembros, alertándoles de que una persona concreta es buscada para ser procesada penalmente o para cumplir una condena. Estas difusiones contienen información de identificación -incluidos el nombre, la fecha de nacimiento, la nacionalidad y una fotografía- junto con detalles de los presuntos delitos.

    Contrariamente a lo que se suele pensar, una difusión roja no es una orden de detención internacional. Es simplemente una solicitud de uno de los países miembros de Interpol para la localización, detención y posible extradición de una persona determinada. La respuesta a las difusiones rojas varía según el país: algunos las consideran motivo de detención inmediata, mientras que otros las ven simplemente como un sistema de alerta. Independientemente de estas diferencias, la emisión de una notificación roja suele dar lugar a la detención o a severas restricciones a los viajes internacionales, lo que a menudo conduce a procedimientos de extradición. Solo en 2019, Interpol emitió 13 377 notificaciones rojas, lo que demuestra el amplio alcance mundial del sistema.

  • Los países miembros también pueden solicitar la cooperación de los demás a través de otro mecanismo conocido como "difusión". A diferencia de las difusiones rojas, que son tratadas de forma centralizada por Interpol, los mensajes de difusión son difundidos directamente por la Oficina Central Nacional de un país miembro a determinados países miembros o a todos los miembros de Interpol.

    Aunque las difusiones implican un proceso menos formal que las notificaciones rojas, su impacto práctico puede ser prácticamente idéntico. Los mensajes de difusión suelen desencadenar las mismas restricciones a la circulación internacional y las mismas respuestas de las fuerzas del orden que las difusiones rojas. Esto las convierte en una herramienta igualmente poderosa pero más flexible dentro del sistema de cooperación policial internacional de Interpol.

  • Cuando se publica una difusión roja, se distribuye automáticamente una alerta electrónica a todos los países miembros de Interpol, que a su vez difunden esta información a sus organismos policiales locales. Las consecuencias varían significativamente dependiendo de dónde se encuentre o viaje. En algunas jurisdicciones, puede enfrentarse a una detención inmediata y al consiguiente procedimiento de extradición, mientras que en otras, la respuesta puede ser menos severa.

    Los viajes se vuelven especialmente peligrosos, ya que las autoridades de control fronterizo e inmigración de la mayoría de los países tienen instrucciones de detener a las personas señaladas con notificaciones rojas o difusiones cuando intentan cruzar fronteras internacionales. El riesgo va más allá de los controles oficiales: incluso las actividades rutinarias pueden desencadenar la detección. Por ejemplo, muchos países exigen a los hoteles que compartan la información de los huéspedes con la policía local, que puede cotejar estos datos con la base de datos de Interpol, lo que podría conducir a su detención durante lo que de otro modo sería una estancia normal.

  • El sitio web de Interpol cuenta con una sección de "personas buscadas" de acceso público, pero este recurso tiene importantes limitaciones. En 2022, sólo unas 7.500 de las 69.270 difusiones rojas válidas eran visibles públicamente, algo más del 10% de todas las difusiones activas. Las difusiones no aparecen nunca en el sitio web, por lo que es imposible descubrirlas a través de canales públicos.

    Si le preocupa, tiene varias opciones. Puedes ponerte en contacto con las autoridades policiales de tu país de residencia para solicitar información. Aunque estos organismos rara vez disponen de procedimientos formales para este tipo de investigaciones, la organización de derechos humanos Fair Trials informa de que algunas personas tienen obtenido con éxito información de notificación de esta manera.

    Los particulares también pueden presentar una solicitud directamente a la Comisión de Control de los Ficheros de Interpol, órgano encargado de velar por el cumplimiento de la normativa de Interpol en materia de tratamiento de datos. Su solicitud debe cumplir unos "requisitos de admisibilidad" específicos. Sin embargo, incluso en el caso de la CCF, la divulgación no está garantizada: normalmente sólo divulgan información si el país que emitió la difusión o notificación roja ha concedido explícitamente permiso para su divulgación.

  • Puede solicitar a Interpol que revise y suprima una difusión roja escribiendo a la Comisión de Control de los Ficheros de Interpol (CCF). Sin embargo, este proceso carece de transparencia y dista mucho de ser sencillo. Las impugnaciones suelen tardar meses en resolverse, tiempo durante el cual usted puede permanecer detenido o enfrentarse a severas restricciones para viajar.

    El proceso de toma de decisiones del CCF se desarrolla totalmente a puerta cerrada. Aunque las solicitudes se examinan por escrito y técnicamente existe el derecho a presentar alegaciones orales ante el CCF, esta disposición aún no se ha utilizado en la práctica.

    No existe ningún mecanismo formal de apelación, por lo que la decisión del CCF es definitiva. Si se deniega su solicitud de supresión, su único recurso es presentar nuevas alegaciones si sus circunstancias cambian significativamente.

    Para más información o para hablar de su situación concreta, sírvase Contacto.

  • A escala nacional, cada uno de los 194 países miembros de Interpol cuenta con una Oficina Central Nacional (OCN). Si bien el funcionamiento de estas oficinas varía de un país a otro, todas ellas sirven de centros de comunicación esenciales que conectan a los organismos encargados de la aplicación de la ley de cada país con la red internacional de Interpol y con la sede de la organización en Lyon (Francia).

    La estructura de gobierno de Interpol se centra en su Asamblea General, compuesta por representantes de todos los países miembros y que funciona según el sistema democrático de un país, un voto. Esta Asamblea elige al Presidente de Interpol (actualmente Ahmed Nasser Al-Raisi, de Emiratos Árabes Unidos) para un mandato de cuatro años, mientras que los miembros del Comité Ejecutivo desempeñan sus funciones durante tres años.

    La organización funciona bajo una constitución formal escrita y recibe su financiación a través de las contribuciones obligatorias de los países miembros, complementadas por donaciones voluntarias.

  • La Comisión de Control de los Ficheros (CCF) es el órgano independiente de supervisión de Interpol, y desempeña un papel crucial en la salvaguardia de los derechos individuales dentro del sistema policial internacional. Entre sus principales responsabilidades figuran el examen de las solicitudes de supresión de difusiones rojas y la estricta observancia por parte de Interpol de sus propias normas estatutarias y de protección de datos.

    A pesar de estar facultada para celebrar vistas orales, la CCF ha optado históricamente por tramitar todos los casos mediante escritos, lo que permite una documentación exhaustiva pero limita la defensa directa. La Comisión goza de un importante poder de decisión, ya que funciona como árbitro definitivo de cómo deben interpretarse y aplicarse en la práctica el Estatuto y el Reglamento de Interpol.

    El CCF está compuesto por siete miembros elegidos por la Asamblea General de Interpol. Cada miembro cumple un mandato de cinco años y puede ser renovado una vez por otros tres años.

  • La decisión de retirar una notificación roja o difusión corresponde al CCF. El 1 de marzo de 2022 comenzó a trabajar un comité recién elegido, lo que supuso un cambio significativo en la composición del CCF. A diferencia de años anteriores, en los que el comité estaba compuesto principalmente por agentes de policía y funcionarios de seguridad, el actual CCF está formado íntegramente por expertos en tratamiento de datos y/o derechos humanos, y cinco de sus siete miembros son abogados.
    La CCF funciona a través de dos cámaras distintas:

    Cámara de Supervisión y Asesoramiento:
    • Yves Poullet (Bélgica) - Experto en protección de datos y académico de alto nivel en este campo
    • Mohamed Elfadhel Miled (Túnez) - Especialista en procesamiento electrónico de datos
    Solicita Cámara:
    • Susie Alegre (Reino Unido) - Abogada experta en protección de datos y con amplia experiencia en defensa de minorías y derechos humanos.
    • Mohamed Kamara (Líbano) - Abogado con reconocida experiencia internacional en asuntos policiales, especialmente en cooperación policial internacional.
    • Teresa McHenry (Estados Unidos) - Experta en Derecho penal internacional y ex Fiscal de la Sección de Derechos Humanos y Actuaciones Especiales del Departamento de Justicia de EE.UU.
    • Michel Forst (Francia) - Abogado especializado en derechos humanos que anteriormente ocupó el cargo de Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos.
    • Hamza Es-Said (Marruecos) - Abogado que ha ocupado altos cargos judiciales o fiscales
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