Matthew Hedges, académico británico, estuvo detenido en Abu Dabi del 5 de mayo de 2018 al 26 de noviembre de 2018 bajo sospecha de espionaje. Hedges afirma que estuvo recluido en régimen de aislamiento durante casi siete meses en una habitación sin ventanas, sin cama, sin contacto con el mundo exterior y que fue interrogado durante meses, a veces hasta 15 horas al día, sin acceso a un abogado.
Ali Issa Ahmed, guardia de seguridad británico, fue detenido en Sharjah entre el 23 de enero y el 12 de febrero de 2019, después de que vistiera una camiseta de fútbol qatarí en un partido en Abu Dabi entre Qatar e Irak. Ahmed afirma que fue sometido a malos tratos raciales y psicológicos y a torturas, como golpes, electrocución, cortes y quemaduras.
Todos los intentos de que se hiciera justicia en los EAU se vieron frustrados y los abogados de Hedges y Ahmed presentaron demandas en distintas jurisdicciones. En mayo de 2021 iniciaron sendos procedimientos civiles ante el Tribunal Superior de Londres contra altos funcionarios de los EAU, incluido Al-Raisi, reclamando daños y perjuicios por agresión, detención ilegal e imposición intencionada de lesiones psiquiátricas durante la detención.
Mientras Al-Raisi estaba en campaña para las elecciones a la presidencia de Interpol, Hedges y Ahmed presentaron denuncias contra él en Suecia, Noruega, Turquía y Francia, con la idea de que se abriera una investigación y fuera detenido a su llegada a uno de esos países.
Otras víctimas de tortura en los EAU también buscan justicia y en 2021 se presentaron demandas de jurisdicción universal contra Al-Raisi en nombre de Ahmed Mansoor, un conocido defensor de los derechos humanos emiratí que lleva detenido arbitrariamente, casi en su totalidad en régimen de aislamiento, desde 2017. Según las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocidas como Reglas Nelson Mandela , el aislamiento prolongado constituye tortura.
El trato dado a Mansoor ha recibido numerosas críticas de la comunidad internacional, y el Parlamento Europeo aprobó en septiembre de 2021 una resolución en la que pedía la "liberación inmediata e incondicional" de Ahmed Mansoor. Los EAU respondieron diciendo que las acusaciones eran "objetivamente incorrectas" y que el Parlamento había ignorado "todos los logros significativos de los EAU en el ámbito de los derechos humanos".
Las dos primeras demandas de jurisdicción universal de Mansoor fueron desestimadas en 2021 por motivos de competencia por los fiscales franceses, que dijeron que no podían procesar a menos que el acusado residiera en Francia de forma permanente o temporal. Sin embargo, una tercera demanda utilizó la actividad en Twitter de Al-Raisi para demostrar que había estado en Francia en enero y marzo de 2022 y que los fiscales franceses podían abrir una investigación.
A pesar de las protestas y críticas generalizadas, Al-Raisi fue elegido Presidente de Interpol tras tres rondas de votaciones en las que obtuvo el 68,9% de los votos emitidos por los Estados miembros de Interpol. Tras su nombramiento, Al-Raisi tuvo que visitar la sede de Interpol en Lyon (Francia), lo que permitió a los fiscales de París proceder a investigar las denuncias de jurisdicción universal presentadas contra él.
Posteriormente, la fiscalía francesa abrió una investigación preliminar sobre el papel de Al-Raisi en las torturas y actos de barbarie cometidos contra Mansoor. En marzo de 2022, la policía francesa entrevistó al director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos del Golfo, Khalid Ibrahim, que ha encabezado los litigios en favor de Mansoor.
La denuncia de Hedges y Ahmed se remitió a los jueces instructores de la Unidad Judicial Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad y Crímenes de Guerra del Tribunal de París y en enero de 2022 se presentó una querella criminal ante el Tribunal especializado. La investigación se abrió en marzo de 2022 y en mayo se celebró una vista en la que Ahmed y Hedges prestaron testimonio en directo. En ese momento, Al-Raisi se encontraba en Francia.